Búscate la vida. Por Suck Morris.

(Nota del autor: El siguiente artículo no pretende ser un análisis exhaustivo de la famosa serie de televisión, ni tan siquiera un pormenorizado estudio psicológico de las consecuencias innegables que su emisión provocó en la sociedad española ni en la psique individual de cada uno de nosotros. Sólo se trata de unas breves pinceladas en torno a la mejor y más importante serie de televisión jamás emitida en nuestro país. No le busques tres pies al gato).

    Canal + se ha distinguido siempre por la gran calidad de sus series, y eso es algo que los publicistas y ejecutivos de la cadena no explotan lo suficiente. Ellos prefieren centrarse en sus ofertas cinematográficas, deportivas y documentales; pues lo consideran mucho más atractivo. Bueno, allá ellos.
Pero mientras en otras cadenas apenas hay una serie de televisión decente(Los Simpons en Antena 3, Matrimonio con hijos/Infelices para siempre en La 2, Rossane en Telemadrid, y pocas más), Canal + posee un buen puñado de series de una calidad extraordinaria. Enseguida nos vienen a la mente títulos como Friends, Seinfield, Buffy la cazavampiros, Dawson crece (ahora en La Primera), El pequeño Elvis, Sigue soñando... pero por encima de todas, Búscate la vida. He de confesar que no todas las series que he mencionado me gustan, pero reconozco que su calidad y, en algunos casos, su grado de "intelectualidad", está por encima de las series que habitualmente emiten otras cadenas: abortos como Cosas de cosa, El príncipe de Bell Air o Las gemelas de Sweet Valley por citar tres. El lector avispado se habrá dado cuenta de que he evitado mencionar Series nacionales. Bien por ese lector. Sin lugar a dudas, las series Nacionales serán objeto de otro artículo en profundidad, por lo que, ahora, prefiero mantenerlas al margen.

Serie de culto, que no culta.

¿Por qué Get a life es hoy una serie de culto? Los que hayáis seguido la serie no formularéis esta pregunta, pues ya conocéis la respuesta: porque es una obra maestra de la serie Z. Los que no sepáis de que estoy hablando, mejor no sigáis leyendo porque no os va a interesar en absoluto.

Sí, los seguidores de esta serie son pocos; pero son los más fieles y los más fanáticos que puedas encontrar. Este verano estuve en Las Vegas (no vayas, es un rollo) y en un concierto, un grupo de jóvenes hacían corro alrededor de un personajillo. Todos reían y aunque no se conocían entre sí, se sentían unidos. La persona que se encontraba en el centro del corro era clavada a Chris Peterson (el protagonista de la serie, que no te enteras; te dije que no siguieses leyendo). No era él, pero daba igual. Yo me acerqué y me sentí uno de ellos, uno más de la familia. Todos sabíamos de lo que nos estábamos riendo.
-"¿Qué haces tú en un concierto?", le preguntaron.
-"¿Qué pasa?, ¿no me puede gustar el Punk Rock?", dijo el falso Chris.
Todos reímos. Fue genial.

Afortunadamente, para muchos, Búscate la vida es la mayor basura del mundo y la mayor colección de estupideces jamás emitidas por televisión. Eso me gusta. A los fans de Chris nos gusta que la gente le odie, porque nosotros odiamos a la gente. Pero para nosotros, para los fans, es y seguirá siendo algo maravilloso.

¿Qué otra serie es tan disparatada? ¿En qué serie muere el protagonista al final de los episodios? (en South Park)¿En qué serie aparecen extraterrestres, se viaja por el tiempo y el protagonista se intoxica con marisco pasado de fecha? (en los Simpsons) ¿En que serie aparecen artefactos futuristas tan estúpidos como el Repartidor 2000 o el Neptuno 2000? (en Futurama). Es curioso, sólo en series de dibujos animados se puede llegar a crear un universo tan desquiciado. En este sentido, podemos afirmar que Búscate la vida es una serie de dibujos, pero con personajes de carne y hueso. Y por eso mola tanto; porque en las series y películas de dibujos no hay límites para la imaginación, todo es posible.
Los paralelismos entre Búscate la vida y los Simpons son muchos y fascinantes; por lo que, el tema, merecería un estudio detallado a parte. Quizás la próxima vez...

Por otro lado, estoy harto de oír que el humor de Chris Peterson es algo pueril y patético. Y es cierto, pero hay más. En ocasiones, sobre todo en las relaciones paterno filiales, la serie desborda un humor ácido muy similar al de Rossane o Matrimonio con hijos. Otras veces se trata de reírnos de la sociedad y mostrarnos lo ridículo que es el ser humano; pero, ojo, sin moraleja ni moralinas. Y, en efecto, la mayoría de las veces, hay que hablar de un humor simplón, estúpido y cutre. Tan cutre que es capaz de desquiciar a la gente; por eso existen tantos detractores. Finalmente, y como sucede en toda serie que se precie, hay que saber reírse de la misma serie; y en eso, Búscate la vida es especialista. Más que una comedia debe entenderse como una gran broma, un chiste pasado de rosca.

Get a life ha sido lo más grande que se ha visto por televisión y quien diga lo contrario no tiene ni idea. Cada vez que sonaba esa musiquilla compuesta por REM ("Stan" se llama el tema) y veíamos a Chris en su bici repartiendo los periódicos y volviendo a tropezar en todos los episodios con el mismo coche rojo cuando la misma rubia explosiva (un poco cutrelux, todo hay que decirlo) se agachaba a recoger su ejemplar de la mañana; yo, y unos cientos de personas más en España y unos miles en el mundo, nos sentíamos felices y sabíamos que nos esperaban unos 25 minutos mágicos.

Con las aventuras de Chris te podías esperar cualquier cosa. Sus estupideces inmaduras, su forma de bailar, su exquisito gusto en el vestir (esa camiseta de rayas y esos pantalones de pinzas), sus peleas con Sharon; todo era sencillamente burdo, ridículo y enternecedor. Una serie echa para la minoría, con un sentido del humor que muy poca gente ha sabido comprender.

Además, y esto va para los cinéfilos, la serie está plagada de continuas referencias cinematográficas, muchas veces camufladas y otras descaradamente visibles. Tiburón, Star Wars, Poltergueist, E.T., Regreso al futuro, Rebelde sin causa, Mad Max, Hitchock... se dan todos cita en los episodios de Búscate la vida. Se podría decir que cada episodio es una parodia de alguna película.

Bici propia con tan sólo 30 años.

El argumento de la serie es muy simple. Quizás debería decir muy estúpido. Un joven de 30 años, calvo, con barba y con pinta de idiota, sigue viviendo con sus padres (algo nada extraño hoy en día) y trabaja como repartidor. Bueno, no parece tan estúpido, pensarás. Pero si te digo que es repartidor de periódicos en bicicleta y que es el jefe de repartidores de un grupo de cinco chavales de 10 años. La cosa cambia, ¿no? Un niño atrapado en el cuerpo de un treintañero: otra vez el caso de Peter Pan. Tranquilo, Freud de pacotilla, no es eso; es mucho más. Es todo mucho más estúpido y estrambótico.

Los padres de Chris son dos amables ancianitos que siempre van en bata, incluso cuando salen de casa. Fred y Gladys son incapaces de matar una mosca, pero están dispuestos a cambiar la cerradura de la casa y a llenar la habitación de Chris con cemento para que no vuelva al hogar nunca más. Forman, sin duda, un matrimonio feliz que vive ignorando, en la medida de lo posible, a su hijo. Aunque a veces tienen algún detalle con Chris, como salir a buscarle por todo el país cuando desaparece en busca de sus "auténticos" padres.

El amigo de la escuela de Chris, Larry Potter, vive también atrapado; pero no en un cuerpo de adulto, sino completamente esclavizado por su esposa Sharon. Larry es todo aquello que debería ser Chris a su edad, un hombre casado, con hijos y un trabajo de los de llevar traje y corbata. Pero está Sharon, que representa todo lo que Chris odia: las obligaciones, el hacerse adulto, responsable... además es una dictadora y a Chris no le gustaría vivir la vida de Larry. No obstante veremos un episodio en el que ambos intercambian sus vidas. En la segunda temporada de la serie Larry se marchará abandonando a la
víbora de su mujer y a sus dos hijos (Bobby y Amy); y también a su mejor amigo, Chris.
La relación Chris-Sharon es una de las más explosivas de la serie. Aunque parece una relación de odio-odio, en el fondo se trata de una relación de odio-amor-odio. Chris ha tenido que besar a Sharon en multitud de ocasiones y, en cierto modo, se ha enfrentado a su peor pesadilla, pero, de alguna retorcida forma, también ha conseguido satisfacer uno de sus deseos frustrados.

Gus aparece en la segunda temporada, un poco para sustituir al Larry desaparecido; pero también para hacer de padre y madre de Chris. Gus alquila el garage de su casa a Chris cuando este decide independizarse de sus padres. La pareja formada por estos dos es única y magistral. Mucho más complejo que el payaso tonto y el payaso listo: Chris es el tonto, el inocente, el miedica, el llorón, el fracasado... y Gus es el otro fracasado, el timador, el ruin, el amoral... Sencillamente electrizante.

El resto de personajes de la serie son estereotipos pasados de rosca colocados como fichas de ajedrez para que Chris juegue su partida. El amor(de lo que hablaremos a continuación), el capital, el mal, el gobierno, la soledad... todo está allí. Pero, ojo, te vuelvo a recordar que no existe ninguna intención moralista o adoctrinadora; todo es simple y puro cachondeo.

Chris y el amor.

No estamos, ni por asomo, ante una comedia romántica; más bien, ante todo lo contrario. Pero no podemos dejar de analizar las relaciones de Chris con el sexo opuesto. Dejando de lado la relación con Sharon y con su madre, Chris se ha echado muchas "novias" a lo largo de la serie.

Piensa que un joven de 30 años virgen está como loco por probar el sexo, y, por qué no, el amor. Aunque no podemos pasar por alto que entre el "Chispas" y Sharon ha habido besos, abrazos y posiblemente algo llamado amor, aunque ninguno de los dos lo reconozca.
Desde una "romántica" cita con una camarera, hasta llegar a estar obsesionado por una doctora a la que persigue como un loco homicida desde que aquella le salvó la vida, Chris ha conocido a muchas mujeres; incluso ha llegado a estar casado todo un día entero. No obstante, son pocas las mujeres que se llegaron a enamorar perdidamente del "chico salchicha", y el resto han acabado huyendo de él como de la peste. Todo un historial de desamores y corazones rotos del que Chris siempre ha salido adelante. Después de todo, también se muere en muchos capítulos y siempre sale adelante.

Por supuesto, durante la serie Chris pierde la virginidad. Pues se da a entender que con alguna de las mozas se llega a acostar. No obstante parece un tema tabú y no se llega a explotar lo suficiente. Un episodio en el que Chris pierde la virginidad podría haber estado genial. Pero no se le da importancia al sexo; en la serie importa más batir un récord Guiness estúpido o una operación de amígdalas. Y eso está muy bien, pues estamos más que hartos de ver como se recurre continuamente al sexo en cine y televisión. Y es que una serie que hace reír sin tener que recurrir al sexo y a las palabrotas tiene mucho mérito, ¿o no?

No podemos dejar de lado el hecho de que la serie explore todas las posibilidades en lo que concierne a la edad de las parejas de Chris. Desde la jovencita camarera de pueblo de veinte años, hasta la "vieja bruja bañada en perfume" de 60, pasando por la mujer independiente y sofisticada de 30 (la más explotada, pues es el contrapunto perfecto de Chris). Chris nos demuestra con todo esto que en el amor no hay edad.

La vida amorosa del repartidor de periódicos es así de complicada. La "vieja bañada en perfume" convierte a Chris en su amante y le llena de regalos. La psicópata persigue a Chris del mismo modo que él persigue a su doctora. Su mujer se cansa de él en un día, y él de ella. Incluso se lía con la hermana de Sharon... Para él debió resultar estresante, para nosotros, la mar de divertido.

Chris y la muerte.

La muerte es muy importante en Búscate la vida; quizás la serie debería llamarse Búcate la muerte; pues es lo que parece buscar Chris en sus continuas peripecias. El repartidor más idiota de la televisión ha encontrado la muerte, nada más y nada menos que, en 13 capítulos. Por supuesto, siempre al final. Y en el capítulo siguiente, cual ave fénix, Chris vuelve a resurgir de sus cenizas para seguir haciendo el mongolo por ahí.

Muertes tan estúpidas como "de repente, y sin ningún motivo aparente, me calló una piedra de 10 toneladas encima" son una constante en esta serie tan poco seria. En una ocasión se quedó a las puertas de Big City esperando a que le dejasen entrar. Como no fue posible, murió allí mismo. Otra vez acaba con un agujero en el estómago del tamaño de una sandía por testificar en contra de un mafioso en un juicio. Y no podemos dejar de recordar cuando Chris pierde la cabeza y sus "amigos" juegan al fútbol con ella.
El caso más curioso y a la vez el más estúpido y el más irónico, a la par que mordaz y surrealista, tiene lugar cuando Chris muere sólo por una cuestión de porcentajes. Chris entra a formar parte de las estadísticas y se convierte en parte de ese 0,001% de personas que mueren de amigdalitis en todo el mundo.

Por supuesto, en el último episodio Chris muere. ¡Y de qué manera! Cae desde un avión y por el camino va recordando toda su vida. La muerte parece inminente; pero, ¡sorpresa!, parece que va a caer encima de una mullida y confortable cama. Y así sucede; lo único que la cama estaba llena de explosivos. Boom...

¿Qué sentido tiene la muerte para Chris? Es una coña más. Si la vida se la toma a guasa, con la muerte sucede la mismo. Además eso de morir en un episodio y seguir vivito y coleando en el siguiente es algo que sólo se acepta en series tan descacharrantes y estrambóticas como esta. Aunque también parecía que se cargaron a JR en el último episodio de la primera temporada de Dallas; o a Richard Channing en Falcon Crest... y luego ya ves. Pero sólo lo parecía. En Get a life, cuando Chris muere, muere de verdad.
Neptuno 2000.

Actores de zoo sobre ruedas.

Chris Elliot, (el actor que interpreta a Chris Peterson), nació en Nueva York en 1960. Tras una breve carrera como guía turístico, comenzó haciendo sus pinitos en la televisión, en el show de David Leterman en el 82. Desde entonces no sólo ha trabajado como actor, también como guionista y productor. De hecho, además de ser el protagonista de Get a life, es también uno de los creadores junto a Adam Resnick y David Mirkin (además productor ejecutivo); y también uno de los productores junto a Resnick y otros cuatro tipos.

Chris Elliot ha actuado en multitud de películas y series con pequeños papelitos. Yo fui a ver la patética película de Bill Murray Atrapado en el tiempo, sólo por que Mr. Elliot hacía un papelito. Sin duda fue lo mejor de la película. Otras películas en las que ha salido Chris son: Lianna, Manhunter, Abyss, Historias de Nueva York, Algo pasa con Mary, Cabin Boy o La fiesta de la nieve por citar algunas.
En televisión ha intervenido en series como: The Equalizer, Corrupción en Miami, Murphy Brown, Sabrina, the teenage witch o the naked truth. Como director ha dirigido The travelling poet, Poolside Ecstasy y Housewives: the making of the Cast Album. Y como productor debemos anotar en su haber Get a life y Cabin Boy.

El resto del reparto de Búscate la vida lo completan: Bob Elliot, el padre de Chris en la pantalla y en la vida real ; respetado humorista conocido por ser el 50% del dúo Bob & Ray. Elinor Donahue en el papel de Gladys Peterson, la madre de Chris. Sam Robards como Larry Potter. Y Robin Riker como Sharon.

En la segunda temporada entra el brillante Brian Doley-Murray en el
Papel de Gus Borden.

Y como todo lo bueno dura poco; dos temporadas fue lo que duró la serie. La primera (1990, emitida en el 92 en España) de 22 capítulos y la segunda(93) sólo de 13. No sé como los de Canal + tuvieron las agallas suficientes para comprar la segunda temporada. Probablemente porque era baratísimo y porque la primera temporada tuvo una muy buena acogida; ¿o no? De cualquier forma, gracias por brindarnos la oportunidad de ver esta maravilla irrepetible. Y por repetirlo otra vez en 1995; lo que me permitió grabar todos los episodios.

Con 30 está bien vivir con los padres....

Pasemos ahora a analizar los capítulos de la serie con detenimiento y sumerjámonos en su universo 2000 al igual que Chris se sumergió en la bañera junto a su padre con aquel submarino que recibió por correo en el capítulo 20 de la primera entrega.

Antes de ahondar en cada episodio conviene avisar al lector que la fecha 2000 aparecerá en multitud de episodios. Se trata de todo un símbolo, un símbolo de lo absurdo y lo ridículo que es este mundo.
Al igual que las películas de los 70 profetizaban futuros apocalípticos para el tan temido año 2000 (todos recordaremos La carrera de la muerte del año 2000), Chris Peterson nos avisó de que el 2000 estaba a la vuelta de la esquina y de que habíamos hecho el ridículo de una forma espantosa.

Empecemos por los episodios clásicos. La primera temporada. Chris aún vive con sus padres y Larry aún no ha desaparecido.

Episodio 1. Terror en el Looping 2000.
Un episodio de presentación un poco flojo, pero sirve para entender que estamos ante una serie anormal y pasada de rosca. Chris y Larry se quedan atrapados boca abajo en la nueva atracción del parque, el Looping 2000. Lo peor es que Larry ha hecho pellas en el curro y su jefe se va a enterar. Un argumento estúpido e insulso que logra exprimirse durante todo el capítulo sin recurrir a tramas paralelas.

Episodio 2. La mejor semana de mi vida.
Chris ingresa en la escuela de modelos "El guapo" y cumple su sueño de desfilar para unos grandes almacenes. Son míticas las escenas en las que Chris posa mirando su reloj imaginario y mirando al horizonte como diciendo "¿Qué harán aquellos tan feos allí y yo aquí tan guapo?". Con este episodio el espectador sabe que ésta es su serie y que no hay que perdérsela. Además, aquí Chris utiliza el primero de lo que será una gran lista de apodos: el chispas.

Episodio 3. Papá, ¡qué grande eres!
El padre de Chris le ayuda en las competiciones de padre e hijo, para demostrar a sus colegas repartidores de 10 años y a sus musculosos padres quién es el mejor. Como gladiadores americanos, pero mucho más divertido. Y por supuesto, el padre con la bata.

Episodio 4. Un asunto familiar.
Chris se enamora perdidamente de la hermana de Sharon, Charlene. Ésta acaba de romper con su novio y se siente vulnerable, cosa que Chris aprovecha. En el amor y en la guerra todo está permitido. No hace falta decir que esto a Sharon no le gusta ni un pelo. Ver a su hermana en brazos de ese engendro es algo superior a sus fuerzas. La relación, aunque intensa, dura muy poco(como siempre).

Episodio 5. La pila de la muerte.
Un clásico. A Chris no se le ocurre otra cosa que intentar batir un récord Guiness para salvar el parque donde él jugaba de pequeño. Todos los habitantes del pueblo contribuirán a ir apilando sus basuras, ruedas de tractor y otras lindezas que pesan toneladas sobre el cuerpo de Chris. Al final todos se largan a ver cantar a un cantante famoso, mientras Chris queda atrapado en la pila de basura.

Episodio 6. Chris Peterson es un hombre de acero.
Un nuevo invento, el Repartidor 2000, deja a Chris y a los repartidores sin empleo. No obstante, y al más puro estilo Mad Max, Chris luchará montado en su bicicleta contra el artefacto para demostrar su valía. La eterna lucha entre el hombre y la máquina.

Episodio 7. El permiso de conducir.
Todos los yankees se sacan el carnet a los 16, pero Chris esperó otros 14 años más para hacerlo. Por fin tiene una cita con una camarera y parece que ir montada sobre la barra de la bici de Chris no es su idea de una cita romántica. Chris decide sacarse el carnet antes de la cita pero suspende, entre otras cosas por robarle la pistola al policía que le examina. Finalmente decide robarle el coche a su padre. Una cita acelerada con persecución de coches y acción por un tubo. Episodio 8. La noche de guardia.
Chris pasa la noche cuidando la casa de una vieja. Lo que prometía ser una velada tranquila se convierte en la cuarta parte de Poltergueist: la casa está poseída por algún espíritu maligno. Nunca olvidaré la frase de Chris: "Cómo detesto que las paredes respiren... es tan estúpido". Tan estúpido como él.

Episodio 9. Aburridos.
Una pandilla de adolescentes rebeldes tiene atemorizado a todo un barrio. Chris, tras ser asaltado por ellos, se convierte en su "ayudante social" y les ayuda a salir de su sórdido mundo de delincuencia. Eso sí, no sin antes haber pasado las pruebas de acceso para formar parte de la banda: tirarse desde un edificio ardiendo y luchar contra un leopardo, entre otras. Al final todos visten como Chris y cambian sus chupas de cuero y malos modales por unas bicis estupendas.

Episodio 10. Animales del zoo sobre ruedas.
No podía faltar un episodio musical. Chris interpreta al protagonista de una obra de teatro de lo más surrealista. Todos son animales de zoo y van sobre patines aterrorizando al público con canciones del tipo "...¿Os gustaría que os mirásemos?, ¿verdad que no?...". Todo un canto a la liberación animal. Además, a Chris le toca besar a Sharon , su más feroz enemiga, que interpreta a su pareja en la obra.

Episodio 11. Raíces.
Chris cree que es adoptado y que sus verdaderos padres son unos amish. Así que sale en su busca y se acopla dentro de una familia, que no sale de su asombro y le creen un loco peligroso. Sus auténticos padres deciden salir a buscarle; a pesar de atravesar todo el mapa de los EEUU, no se quitarán nunca las batas y las zapatillas de estar en casa.

Episodio 12. El reloj falso.

Cuando Chris se ducha con su nuevo reloj sumergible, el ultimísimo Cronosing 2000, no solo se estropea; también se rompe y le tiñe la piel con pintura fosforita. El dueño de la tienda de relojes es un mangante y lo va a pagar. Chris colabora con la policía para tenderle una emboscada con micrófonos y cámara oculta. Un desastre.

Episodio 13. Chris contra Donald.
Duelo en la cumbre entre los dos primos más primos del mundo. Y es que en la reunión anual de los Peterson Donald siempre está vacilando de sus logros en la vida como vendedor de tercera regional. Chris se enfrenta a él; no sin antes llenarle el cassette del coche de atún para que "a los pocos días se pregunte de dónde viene ese horrible olor a podrido".

Episodio 14. Chris gana un famoso.
Chris gana un concurso para pasar una semana con un famoso de la tele, su ídolo Sandy Connors. Por supuesto Sandy deberá vivir en la casa de Fred y Gladys. Toda una pesadilla que el famoso querrá olvidar lo antes posible.

Episodio 15. El sirviente 2000.

Tras quemar accidentalmente la cocina de los Potter, Chris no tiene más remedio que convertirse en el esclavo de Sharon. Ésta, con aires a lo Escarlata O'Hara, conseguirá anular la personalidad de Chris y le convertirá en un ser atemorizado y débil que sólo vive para su ama. Larry conseguirá que su amigo vuelva a la normalidad a base de ponerle vídeos en los que Chris salía haciendo el panoli. En uno de estos vídeos descubrimos la faceta de Chris como el chico salchicha. Episodio 16. Casado.
La famosa modelo Nicole Preston se convierte por un día en la esposa de Chris; después de todo son "alma gemelas". Durante 24 horas atravesaran todas las etapas por las que atraviesa un matrimonio en 50 años. Por supuesto, al final, se separan. Lo mejor es cuando ella se queja de que Chris nunca la saca de casa y él dice: "¿Qué te crees que estoy forrado?".

Episodio 17. La acampada del 2000.
La primera vez que Fred se quita la bata. Chris y Larry se empeñan en acompañar a Fred en su acampada. Tras perderlos en el bosque, el padre de Chris se dispone a pasar un día tranquilo. Desgraciadamente Chris y Larry comen bayas venenosas y sufren alucinaciones, lo que les hace ver a Fred como un loco homicida.

Episodio 18. Los obreros de la construcción.
Unos chapuzas deben realizar unas reformas en la cocina de Chris. Él siempre ha admirado a los obreros de la construcción y los ve como unos superhéroes. Chris logra ser uno de ellos por unas horas y se lo pasa pipa con su cinturón de herramientas y diciendo piropos a las chicas. Al final hay hasta una guerra de herramientas en plan Star Wars.

Episodio 19. La gran ciudad.
Uno de los episodios más recordados y alabados. Chris, cansado de su pequeño pueblo, decide ir a Big City. Allí le dan un "micki", tras beberlo queda inconsciente y le roban la cartera. La ciudad se vuelca en disculpas, desfiles y homenajes con el pobre pueblerino al que ahora todos llaman el chico cartera. Cuando descubren que en realidad había olvidado su cartera en casa, le echan de la ciudad y nunca más le dejarán pasar. Y allí, a las puertas de la ciudad, Chris muere de viejo sin poder entrar. Y eso que tenía la llave de la ciudad; pero cambiaron la cerradura.

Episodio 20. Neptuno 2000.
Chris pidió hace 20 años un submarino por correo y por fin ha llegado. Pide a Fred que le ayude a construirlo y éste acepta de mala gana. Al final quedan padre e hijo atrapados en la bañera dentro del ascensor. Empieza a escasear el aire y ambos saben que van a morir.Impresionante el diálogo de Tiburón interpretado por Chris.

Episodio 21. Chris y Larry intercambian sus vidas.
Tras encontrar una punta de flecha en un antiguo cementerio indio se desata una vieja maldición. Aquel que tenga la punta de flecha vivirá la peor de sus pesadillas. La de Chris es estar casado con Sahron; así que, como bien reza el título del episodio, Chris y Larry intercambiarán sus vidas.

Episodio 22. Premonición del 2000.
Para terminar la temporada, una de videntes. Tras un accidente durante el desayuno que casi le cuesta la vida a Chris, descubre que posee el don de la clarividencia. En una de estas ve como Sharon está siendo ¿asesinada?.¿Qué pasará con ella?, ¿morirá?, ¿quién es su asesino?, ¿habrá una segunda temporada?... Un final de infarto, más que aquel ¿quién disparó a JR? de Dallas.

...pero con 31...

"Con 30 se puede vivir con los padres, pero con 31, no. Parecería un imbécil". Chris decide marcharse de casa en la segunda temporada de la serie. Y sus huesos van a parar al garage de Gús, quien se lo alquila como si de una habitación se tratase. Una temporada más corta, pero muy intensa y, sobre todo, más disparatada que la anterior.

Episodio 23. Chris se va de casa.
Chris decide marcharse de casa de sus padres. Por error (falla, no sólo en el número, sino también en la calle) se empeña en que Gús Borden, policía retirado, ha puesto un anuncio en el que alquila habitación. Gús decide aprovecharse y le alquila su garage hecho polvo y lleno de telarañas, como si de una habitación se tratase. La primera noche va a ser terrorífica.

Episodio 24. Larry anda suelto.

Larry abandona a su familia; o lo que es lo mismo, el actor se marcha de la serie. Chris, ayudado por Gús emprende su búsqueda por el parque; y es que no puede entender esa nota "tan misteriosa" que le ha dejado Larry. Una nota donde dice claramente y sin rodeos que se pira; pero Chris prefiere entender que se ha perdido. Cuando por fin entra en razón, no le queda más remedio que salir de nuevo al parque en busca de un "nuevo amigo".

Episodio 25. Inspector de Sanidad 2000.
Mi episodio favorito. Me lo sé de memoria, igual que Elvis se sabía los diálogos de James Dean en Rebelde sin causa. Chris abre una botella de leche y una rata muerta cae en el tazón. Ahhhhh. "Chris, ¿qué te he dicho de lo de gritar como una niña", le dice Gús,"...hoy en día ningún alimento está libre de pequeñas impurezas. Además eres un exagerado; no tiene ninguna herida abierta". Dispuesto a solucionar el tema Chris se hace Inspector de alimentos. Pronto entra en el sucio negocio de la sanidad, y aunque al principio le cuesta, al final decide aceptar sobornos. Sobornos de 5 dólares con los que se compra de todo. Cuando sus padres están a punto de morir tras encontrarse un calcetín en una pizza; Chris decide testificar contra los mafiosos. No os perdáis la escena en la que representa los sobornos ante el juez con marionetas imaginarias.

Episodio 26. Cámara frigorífica 2000.

Poco a tardado Sharon en echarse un nuevo ligue. Chris acude también a la cita en casa de Sharon. Allí quedarán atrapados el chico salchicha y la zorra Potter en su cámara frigorífica. Para combatir el frío y no morir congelados los dos deberán abrazarse para darse calor. Puag.

Episodio 27. Chris se opera las amigdalas.
Un dolor en la garganta obliga a Chris a acudir al médico. Éste le dice que tiene que operarse las amígdalas. Chris, tras la operación, pierde la voz; hecho que Sharon y el resto de sus "amigos" y familiares aprovecharán para vengarse de él. "Creo que dice que quiere que yo le eche un vaso de agua en la cara", dice Fred mientras le descarga el líquido elemento en el rostro. Cuando, por fin recupera la voz, muere formando parte de ese 0,001% de personas que mueren de amigdalitis en el mundo.

Episodio 28. Prisioneros del amor.
Una convicta con la que Chris se carteaba sale de la cárcel. Y por supuesto sus planes son visitar a su "amorcito" Peterson. Las cosas se ponen feas e Irma, así se llama la delincuente, decide secuestrar a Chris. Gús recibirá ayuda de sus antiguos compañeros del cuerpo, incluso le dejarán hacer algún disparo durante el tiroteo.

Episodio 29. Chris hace de acompañante.
Chris empieza a trabajar como acompañante de señoras, o tal vez deberíamos decir como gígolo. Sus funciones con Margaret; una vieja bañada en perfume, no acaban cuando finaliza la opera; siguen más allá, en la alcoba de ella. A cambio, Chris recibe importantes y lujosos regalos; incluido un abrigo de pieles. Cuando el marido de Margaret sale del hospital, las cosas se ponen feas para Chris.

Capítulo 30. Novia 2000.
Chris es atropellado por una doctora con su automóvil. Ésta, tras ofrecerle los primeros auxilios, descubre que Chris tiene el cerebro más lento del mundo. Más tarde, no tardará en descubrir que, además, el imbécil la persigue a todas partes locamente enamorado de ella. Incluso llega a aparecer dentro del microscopio en el que ella observa unas células. Por otro lado, Evelyn, una chica sencilla, se dedica a perseguir psicóticamente a Chris, del mismo modo que él persigue a la doctora. Al final Evelyn asesina a Chris clavándole un cuchillo.

Episodio 31. El cerebro de Chris empieza a funcionar.
Chris y Gús, desatendiendo las órdenes del gobierno de evacuar la zona, deciden quedarse en casa a sabiendas de que la zona está contaminada por residuos tóxicos. Como dice Gús, "los residuos tóxicos son un privilegio".Tras despertar de un letargo descubren que Gús es un experto en papiroflexia y que Chris es un superdotado intelectual. No deciden desperdiciar su talento y se embarcan en la cruzada de ganar todos los concursos de deletreo del país. Gús, mientras, disfruta de las barras libres que allí se ofrecen. Pero el efecto de los residuos tóxicos no es permanente y Chris pierde sus poderes en la final.

Episodio 32. Marisco pasado.
Chris se lo monta genial, por eso cuando decide dar una fiesta salvajecompra toda una carretilla llena de marisco. Desgraciadamente, a la fiesta sólo acuden Sharon y Gús, pues el evento tiene lugar en casa de éste. Todo parecía ir de perlas hasta que consumen el marisco, que estaba pasado de fecha. Sharon y Gús pierden la memoria y Chris les convence de que son tan idiotas como él y les pone todo el día a bailar su canción favorita, "Alley the Cat" (de Ben Fabrick). Cuando recuperan la memoria deciden vengarse del chico cartera de una forma un tanto cruel, le decapitan.

Episodio 33. Vomitón y yo.
Uno de los episodios más recordados por los fans. Cuando un alienígena se estrella con su nave en el jardín de Gús, comienza para Chris una aventura mágica. Enseguida se hacen amigos y Chris le bautiza como Vomitón, y no precisamente porque se pase todo el rato vomitando (que también lo hace), sino porque son las iniciales de Visita de Otro Mundo que Impacta en la Tierra...Ocho Nabos. (En inglés se llamó Spewey= Special Person Entering the World Egg Yolks). El gobierno y un circo se interesan por la criatura, pero Chris no está dispuesto a entregarlo. Lo mejor viene al final, cuando Gús se lo come y descubre que está buenísimo. Más tarde también descubren que su carne fría está aún más sabrosa. Como colofón, Vomitón se regenera y se vuelve muy enfado a su planeta.

Episodio 34. 1977-2000.
Y es en el penúltimo episodio cuando se recurre a la máquina del tiempo. Bueno, no exactamente una máquina, sino una bebida ideada por Chris. Éste intenta volver al 77 para prevenir a Gús de que si se mea sobre la pierna de su superior, le expulsarán del cuerpo de policía. Cuando regresa al presente las cosas han cambiado, pero a peor. Chris deberá realizar otro viaje para cambiarlo todo de nuevo.

Episodio 35. Recuerdos.
Y no podía faltar un capítulo en el que se recurre a trozos de otros capítulos. Cuando Chris cae desde un avión, creyendo que esa puerta que pone "exit" conducía a una sala de descanso, toda su vida pasa por su diminuto cerebro. Mientras Chris cae, aparecen secuencias de los episodios 1, 2, 6.

 
 

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