|
CONCIERTOS
SUPERPUNK 1.
Todos los conciertos aquí reflejados
han tenido lugar en Madrid. Y, por supuesto, si hemos ido a algún
concierto que no nos ha gustado, lo vamos a comentar. En este caso no
vamos a seguir la misma política que con las críticas de
discos: que ya bastante caros están los conciertos y bastante pocos
hay últimamente como para que nos tomen el pelo...
The Flamin' Sideburns + Hollywood Sinners. (4 enero 2001. El
Sol)
Muy interesantes los Hollywood Sinners, que destacan como una de las promesas
del Garage'N'Roll ibérico, aunque hay que empezar a tener cuidado
con esos dichosos punteos, que luego se acaba en el vil metal. Por otro
lado, los Flamin' Sideburns fueron una puta basura; tanto que me tuve
que salir a la mitad del show. No eran heavys, eso sí, pero eran
un petardo... Imaginad al dúo dinámico tocando con Burning
versiones de Tequila. No deja de tener un fondo R'N'R, pero de lo más
aburrido. Y eso que me dijeron que eran super salvajes...
The Hives. (16 febrero 2001. Gruta 77)
Llenazo total para ver a los suecos; y eso que no son heavys, pero como
habían teloneado a Hellacopters una vez, pues se agotaron las entradas.
Los Hives, uniformados de negro con corbata y zapatos blancos, nos ofrecieron
un brillante concierto de Garage inteligente; incluso en ocasiones recordaban
a Oblivians, aunque sin pasarse. Grata sorpresa cuando interpretaron "numbers"
de los Adicts adaptándola a su personal estilo. Muy bueno.
Menace + Delincuencia Sonora. (22 febrero 2001. Gruta 77)
Uvios que sufrir más de una hora a los "veteranos", politizados
y muermazos de Delincuencia Sonora; pero mereció la pena. Allí
estaban ellos, los putos amos del 77, los Menace. Una pasada de concierto
donde los ingleses nos demostraron que aún son capaces de sonar
tan Punk a día de OI!, en pleno 2001. A todos nos pareció
retroceder en el tiempo por ese sabor añejo y regustillo a época
que nos quedó en el paladar. En los bises volvieron a interpretar
"Last Year Youth" y "G.L.C."; sus dos temas estrella
que provocaron un desfase en el personal fuera de lo común. Muy
Punk.
Berlín 80 + Next Door Alien. (23 febrero 2001. Gruta 77)
Dos grupos que no pegan ni con cola para un concierto un tanto extraño.
Los Next Door Alien son una especie de Green Day acelerados que tienen
su gracia y tienen sus amiguetes fans. Cuando acabaron, poco a poco, se
fue pirando su público y descubrimos que a ver a Berlin 80 habíamos
ido 4 gatos; y 3 y medio habíamos ido a ver la geta de Silvia Último
Resorte (la vocalista de Berlín 80). Dicen que tocaron fatal y
que estuvieron muy apagados; y no seré yo el que les contradiga,
pero me lo pasé genial y me reí un montón. Lo que
no sé es porque se empeñan en hacer canciones tan melódicas
como "Cementerio", cuando a Silvia se le da mejor cantar temas
más oscuros como "buscando gente rara". Eso sí,
algo hay que hacer con las pintas de jipis que presentan varios miembros
de la banda; no se puede tocar Punk con esa facha.
McNamara. (1 marzo 2001. Arena)
Llenazo absoluto para una sala en la que creo que eramos los únicos
heterosexuales. Fabio y sus compañeros interpretaron todos los
temas de su último disco "Rock Station" y tan sólo
una versión de su época dorada con Almodóvar ("Susan
get down"). A parte de cagarla en ese tema, no me gustó nada
la forma de interpretar sus nuevos temas: me gusta más como suenan
en el disco. Muy "profesionales" y poca actitud, poco vestuario
estrafalario y pocos fallos; para los que esperábamos el caos y
la depravación más absoluta. Quedé decepcionado,
aunque los presentes se lo pasaron bien. Lo mejor, la presentación
del grupo por Tamara.
The Queers + Mr. T Experience. (6 marzo 2001. El Sol)
Si no me fallan las cuentas, creo que es la cuarta visita a nuestro país
de los dos grupos; aunque es la primera vez que vienen juntos. La sala
no se llenó como otras veces porque el show se celebró un
martes, pero había mucha gente, la suficiente. Mr. T no lo hicieron
mal, y eso que a mi me cansan mucho; pero tiraron de su repertorio más
cañero y no estuvo mal. Después llegaron los Queers, y,
como era de esperar, empezó el pogo brutal y sin control. En la
primera parte del set tocaban tan rápido que al interpretar los
temas de su primera época no se distinguían hasta llegar
al estribillo. Fueron, como siempre, intercalando temas de esos de dos
acordes con otros más melódicos, más Queers, y con
unas versiones que ya nos sabemos de memoria ("My old man's a fatso",
"Route 66", "Louie, louie"...). Al menos esta vez
no tocaron "the kids are allright". Convincentes y divertidos,
aunque muy repetitivos.
U.K. Subs. (9 marzo 2001. Gruta 77)
Otros veteranos que nos visitan en estas fechas. Si al final la sala Gruta
77 va a hacer honor a su nombre. Como era de esperar mucha cresta y mucho
calvo; y allí estaban ellos. Los temas más aplaudidos fueron
los de sus comienzos ("Warhead", "Tomorrow's girls",
"Strangehold" o "Rockers"), pero no se privaron de
tocar temas más modernos y un poco más hard core. En definitiva,
un concierto resultón donde se bailó el pogo y se pasó
bien; pero que podría haber resultado más divertido.
La Broma de Satán. (16 marzo 2001. Gruta 77)
Parece que ahora hay un revival del Punk ibérico de los 80, y no
me extraña; con la mierda que se hace hoy en día, hay que
recurrir a los grupos Punks de verdad, los de antes. Y allí estaban
estos resucitados de aquella época dispuestos a grabar un disco
en directo que sacará Munster. El repertorio sigue siendo el mismo
que en los primeros 80, y lo completan con un montón de versiones,
también de los 80. Lo que yo no sé es porque se empeñan
en vestirse de punks de los 90 cuando todo su repertorio y el 90% de su
público es ochentero. Lo mejor fueron las versiones (Vulpess, Zoquillos,
Parálisis y La Uvi), muy bien elegidas, quitando una de Ramones
que no pegaba mucho. Esperaremos a oír el disco para sacar más
conclusiones.
Flaks. (7 abril 2001. Rock Palace)
Empezaron teloneándose a si mismos, con un repertorio de surf instrumental;
una vez ejecutadas con exquisita precisión esas piezas de R'N'R
atemporal, los tres valencianos se presentaron nuevamente sobre el escenario.
Esta vez como los Flaks, y esta vez, cantaban. Impresionantes, chispeantes,
directos, arrolladores... No se esperaba menos de la banda del bajista
de los increíbles SideKicks. Garage-R'N'R y R'N'R-Garage de calidad
y rotundidad aplastante; que nos devuelve la confianza en los grupos españoles.
No todo está perdido mientras sigan surgiendo bandas como ésta.
Muchas versiones, sí, ¿y qué?, ¿acaso no molan?
Tumbitas + Chingaleros. (27 abril 2001. Rock Palace)
Primera jornada del segundo festival Extravaganzza, y ¡vaya jornada!
Nos quedamos totalmente acojonados con los Tumbitas. De las cenizas de
las Pussycats surge esta banda de Vigo que mezcla a la perfección
Cramps y Oblivians (por tanto, y como mandan los cánones: 2 guitarras,
0 bajos). Era su primer concierto y derrocharon frescura y espontaneidad.
Por otro lado se notaba que los miembros del grupo ya se habían
curtido en otras bandas, por lo que se notaba su dominio del escenario
y de los instrumentos. Increíbles, colosales, THE NEXT BIG THING.
Después salieron los discípulos de Chingo. Nos ofrecieron
su show habitual de Garage ultra-cerdo sostenido sobre una excelente base
rítmica e impulsado por el muro sónico que desprende el
amplificador de Screamin' Mario Loco a la guitarra y los gritos desgarrados
y desgarradores de los dos cantantes. Me pregunto si el grupo funcionaría
tan bien en directo con una distorsión más aguda, más
punk. Deberían probar, igual queda algo curioso. Gran concierto
por parte de ambas bandas.
Pili y sus Lechones + Los Chicos. (5 mayo 2001. No Fun)
Conciertazo. Empezaron los Chicos y me sorprendieron gratamente. Me esperaba
otro grupo más de imitadores de Motörhead, pero que equivocado
estaba. Estos tíos podrían haber grabado un disco para Crypt
en su época dorada, y no desmerecería en absoluto. Coge
una cucharada de Nine Pound Hammer, cuarto y mitad de los Motards, medio
vaso de Bo Didley y unas gotitas de Oblivians: y ahí tienes ese
cóctel explosivo de Garage Punk que se hace llamar Los Chicos.
Directos y rabiosos en concierto, con el vestuario adecuado, podrían
echar a bajo el muro de Berlín si lo volviesen a levantar. A no
perderles la pista.
De segundo plato, Pili y su pandilla de puercos borrachos y malolientes.
Siguen en forma y hacen de cada concierto una fiesta frenética
de Art?? Punk cacofónico, divertido e irritante. Además
nos presentaron algunos de sus temas nuevos, incluyendo su nuevo hit "Oink
Oink". Siguen siendo mis preferidos en directo. Bonita velada, medio
millón de neuronas perdidas. Matrícula de honor. |
|