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TRYLOBITE:
AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS.

Sin lugar a dudas Trilobyte ha sido una sala emblemática
para el Punk en Madrid. Con el tiempo es posible que alcance la categoría
de "sala mítica", como hoy se considera al Rockola. No
obstante, tanto el Rockola, como el Revolver fueron salas, que si bien
merecen la categoría de "Templos", no se centraron única
y exclusivamente en el Punk. Sin embargo el Trilobyte fue una sala que
nació y murió por y para el Punk. En sus escasos tres años
de vida por allí pasaron todos los que tenían algo que ver
con el Punk. Por ello, y por los buenos, buenísimos, momentos que
pasamos allí, se merecen este pequeño artículo y
gran homenaje.
Un homenaje que también haremos en un futuro con el Gruta'77, digno
heredero del Trilo; y que esperamos que cumpla muchos años más.
Por supuesto no nos olvidamos de otras salas importantísimas como
El sol, Agapo, Alien... y sobre todo de una pequeña sala madrileña,
refugio de multitud de bandas míticas del Punk Rock, el Templo
del Gato. Pero al resultar su actividad más dispersa y menos intensa
que la del Trilobyte, y al no poseer la adecuada cantidad de información,
dejaremos el tema en manos de alguien más competente. Ahí
queda el reto para quien desee afrontarlo.
Aviso: este recorrido está escrito desde mi punto
de vista, como espectador y como miembro de los Webelos. Tocamos unas
cuantas veces en el Trilobyte y asistí sólo a los conciertos
de mi agrado, o los que creía que iban a ser de mi agrado. Además
he omitido muchas anécdotas y detalles, con la intención
de no hacerlo eterno. Pero se podría escribir un libro. Y por supuesto
se puede enfocar la historia desde muchas otras perspectivas. Esto es
sólo una visión parcial y muy subjetiva. Aunque espero que
os traiga recuerdos y os guste.
New club in da block.
La primera vez que tuve noticias de la existencia de la sala Trilobyte
fue en la calle San Mateo. En algún momento de 1997. Estaba mirando
un flyer que me acababan de pasar. Snap Her, un grupo de Punk femenino,
venía a tocar a Madrid. Lo organizaba Turmix. Aerobitch serían
sus teloneros. "Hmmmmm, habrá que ir", pensé,
"tiene buena pinta". Pero, ¿dónde estaba esa sala?
Avenida Donostiarra. ¿Dónde cojones estaba eso?
Unos días antes del concierto consulté un callejero. No
estaba muy lejos de la casa de Poison Bambee, pero no conocíamos
la zona. Pensábamos que quizás ese fuera el primer y último
concierto al que asistiríamos en la sala. Una extravagancia nada
más, un cambio de sala eventual. Probablemente Kike Turmix no había
encontrado otra sala y optó por trasladar a los parroquianos de
sitio, con el riesgo que eso conlleva. La gente, acostumbrada a moverse
por el centro, ¿se desplazaría hasta Ventas?
Pues parece que hubo una buena respuesta. Atraídos en parte por
Aerobitch y en parte por la curiosidad que levantaban Snap Her, nos dimos
cita un buen puñado de espectadores inquientos.
La sala era pequeña y oscura, el escenario estaba muy bajito y
encima era dificil encontrarla; pues estaba situada en unos bajos colindantes
con la calle principal. De ahí eso de "número 2, posterior".
No recuerdo si ya entonces estaban pintados los esqueletos de la fachada.
Esos esqueletos dibujados que tardaron meses en estar acabados. ¿O
acaso no se acabaron nunca?
Por dentro, la sala tenía su encanto: ese sabor a algo nuevo; pero
a la vez a algo tan viejo como el Punk Rock. La sala no era nueva, había
cambiado de dueños, y el local estaba algo castigado por los años.
El tamaño era el ideal para el aforo que se esperaba en este tipo
de eventos. Además resultaba muy recogida y entrañable.
No obstante aún no eramos conscientes de que se convertiría
en la segunda casa de muchos de nosotros.
Snap Her no llegaban y Aerobitch tuvieron que empezar el concierto. Al
parecer Kike las había abandonado a su suerte en una furgoneta
sin guía y sin conocer el país. (Posteriormente circuló
el rumor de que el grupo se había separado, y uno de los detonantes
fue la pésima organización de su gira española. No
sé qué hay de cierto en ello). Cuando ya no dabamos un duro
por ellas, por fin aparecieron las chicas. Concierto interesante y buen
ambiente. Si algún día daban otro concierto en aquel curioso
lugar, volveríamos.
Y así lo hicimos. Cientos de veces.
Bad music for bad people.
Durante el 97 comenzamos a asistir, cada vez con más frecuencia,
a la sala. Los conciertos de punk Rock con un aforo inferior al de El
Sol se empezaron a celebrar todos allí. Por allí comenzaron
a desfilar leyendas extranjeras como los Cosmic Psychos o grupos más
actuales como Subsonics, Onyas, Smuglers... Y por supuesto los grupos
nacionales, de Madrid y de fuera, celebraban allí sus conciertos,
gente como Aerobitch, Sugus, Los Guarriors, Why Not?, Ass Dragers, Los
Perros...
Y lo mejor es que los podías ver a todos a medio metro de tu geta.
Podíamos sentir su sudor, tocarlos, pegarlos, acariciarlos...
Al acabar el año ya eramos todos conscientes de que aquella sala
estaba allí para quedarse. Y lo que era mejor, se trataba de un
sala para nosotros. Una autentica sala Punk Rock.
La gente de allí era amable, enrollada y encima eran Punk Rockers.
Daba gusto escuchar antes y después de las actuaciones discos de
Punk Rock. No como en otras salas, que cuando programaban conciertos Punk
ni se molestaban en pinchar música parecida. Directamente ponían
heavy metal, salsa o cualquier otra cosa.
Recuerdo que en El Sol se compraron un recopilatorio que regalaban con
la revista Factory (el Punk Rock Explosion), y lo ponían siempre
que venían los Queers o cualquier otro grupo Punk. Ya estábamos
hasta los huevos de escuchar el mismo disco una y otra vez. Sin embargo
en el Trilo tenían muchos discos y casi todos ellos acojonantes.
De repente escuchabas entre los conciertos las mismas canciones que escuchabas
en tu casa. Esos tíos tenían nuestros mismos gustos. Esto
era raro encontrarlo en un bar, y rarísimo en una sala de conciertos.
Pero allí sonaban los Cramps, Coyote Men, L7, Depressing Claim...
y muchos y muchos otros.
Además existía una especia de sensación de hermanamiento.
Todos íbamos a los conciertos de todos. Todo el mundo estaba en
"la escena" y todos la apoyábamos. Con decir que los
Webelos llegamos a tocar en un evento organizado por Turmix creo que lo
digo todo.
Grupos, sellos, sala, promotores... todos nos llevábamos bien.
Unos meses después, (creo que ya con el Trilo cerrado), comenzaron
las guerras. Guerras entre los que estaban dispuestos a chupar culos y
a callarse y los que no lo estábamos. Guerras entre los defensores
del Punk y los partidarios del Metal. Aunque por aquel entonces no se
atrevían aún a hablar de Metal, les daba vergüenza
reconocerlo. Envidias, insultos, boicots... Pero eso es otra historia.
Pero volvamos a los buenos tiempos. Aquello era como el paraíso.
Si sumamos a esto que en muchos conciertos pasabamos grátis o pagabamos
la mitad por ser clientes habituales, y que encima dejaban tocar a un
grupo tan malo como el nuestro... Estábamos encantandos.
Loco live.
1998 fue sin duda el año de Trylobyte. Prácticamente había
al menos un concierto interesante a la semana. Y muchas semanas teníamos
cita obligada allí con nuestros grupos favoritos dos o tres veces.
Ya en el 97 habíamos visto grandes conciertos. Recuerdo especialmente
el concierto que ofrecieron los Ass Dragers. En una gira mítica
que hicieron con los Perros y los Onyas.
Los Ass Draggers nos sorprendieron gratamente. Sobre todo su cantante.
Era un caradura y parecía que a los otros grupos les caía
fatal. Cantó con los Onyas una canción y les robó
el protagonismo. El guitarrista de los Onyas se ponía delante suyo,
pero ni con esas. Aunque lo mejor fue cuando los Draggers salieron a hacer
el bis. El guitarrista, que por cierto tocaba con la guitarra casi a ras
de suelo, quería salir también; pero el cantante se negó.
Salió él en solitario con la guitarra, sin saber tocarla,
e interpretó la canción de cabecera de la serie de El Fary
(Menudo es mi padre). Que descojone. Fue buenísimo.
Otro show acojonante fue el que dieron los Coyote Men acompañados
de los Superfly TNT's. Los Superfly fueron lo más parecido a Supercharger
que ha pasado por la sala. Dieron un show corto, intenso y flipante. Y
luego los Coyote Men nos deleitaron con su RNR Punk y sus máscaras
de lucha libre. Muy salvaje. Pedazo de show.
Tan bueno como el que dieron los Dirtys. Tener un grupo de Crypt era
todo un lujazo. Por aquel entonces era el mejor sello del mundo. Y el
Trilo no se privó de ello. Por su palestra desfilaron muchos grupos
del sello: los Dirtys, los Ass Draggers (de los que acabo de hablar),
los Country Teasers y los New Bomb Turks (de los que hablaré más
adelante). Estos últimos dieron uno de los mejores, o quizás
el mejor concierto que se vió en el Trilo.
No podemos olvidarnos de los conciertos de The Sitches y Showcase Showdown.
Muy muy Punk, los dos. Recuperando el espíritu del 77. En ambos
casos los teloneros fueron unos chavalines que estaban empezando y que
compartían local con nosotros: Sarcastic Bombs. No podían
faltar una de las bandas más importante del Punk español
de los 90, y una de las más queridas en Superpunk. Reunificación!!!
Tampoco podían faltar Ulan Bator Trío. Otra banda superapreciada
por nosotros y probablemente una de las pocas que se recordarán
dentro de 20 años. El mismo día tocaban los Meteors en el
Arena. Decidimos ver a los psychobillies, pues nunca antes los habíamos
visto. En mitad del concierto, nos empezamos a aburrir y comenzamos a
pensar en que en el Trilo estarían tocando los UBT. Nos fuimos
a la carrera y llegamos antes incluso de que empezaran. ¡Que pedazo
de fiesta! Estos tíos eran la polla.
Un gran momento fue cuando se presentaba el 10" compartido entre
Pussycats y las Best-Tias. Las Pussycats estaban muy chulas vestidas de
leopardo y encima aún no tocaban muy bien. Dos cosas que aprecio
mucho en un grupo: vestuario chulo y amaterismo total. Además tocaban
versiones de Desechables. Y todavía estaba Anita en el grupo, cosa
que los mozos agradecían bastante. ¿Qué más
se podía pedir? Fue batante divertido.
Vimos a las Pussycats un poco como rivales, hacían casi la misma
música que nosotros y tocaban mal. Pero cuando vimos a Twipth y
a Operación Bikini en el Trilobyte, fue cuando realmente encontramos
a dos grupos capaces de rivalizar con nuestra ineptitud.
Los Twipth sacaron su nombre del sonido que emite la tela de araña
de Spiderman al ser lanzada. Nuestro batería iba disfrazado de
Spiderman. Ellos apenas sabían tocar; nosotros aún menos.
Cantaba una chica; y Poison Bambee ponía la voz a casi todos nuestros
temas. Demasiados paralelismos para que ambas bandas conviviesen en la
misma ciudad. Ni que decir tiene que nos encantaban.
En un show en el Trilo, Raúl, el guitarrista, hirió en una
pierna a una espectadora con su guitarra. No volvieron a tocar allí.
Desgraciadamente la banda duró poco. Que pena.
El concierto de Jugos Lixiviados se anunciaba junto a dos invitados muy
especiales: el Capitán Entresijos y Operación Bikini. Debajo
de Operación Bikini se podía leer "Inexperta banda
Punk de Madrid". No podíamos faltar. Y no lo hicimos. Pronto
descubrimos que Raúl era el cantante (no teníamos ni idea),
y allí conocimos a Alex, el batería (que posteriormente
tocará en Pili y sus Lechones y en Fumestones). Aquellos tipos
tocaban tan mal como nosotros. Se convirtieron de inmediato en una de
nuestras bandas favoritas.
Unas semanas después, cuando organizamos "La tarde mongola"
en la Complutense, decidimos invitar a los O.B. a tocar en aquel festivalote.
Por cierto, allí mismo se estrenaron los Sarcastic Bombs.
Después, miembros de los Bikini formarían Pili y sus Lechones.
Mi grupo favorito, y nuestro grupo hermano. Y bla bla bla bla...
Mención especial merecen los Lady Dies. Al igual que el concierto
de Jugos, que fue una fiesta de Radio Carcoma, los DDD venían a
Madrid para tocar en otra fiesta de la emisora. Los teloneros esta vez
eran los Lady Dies. No teníamos ni idea de quienes eran, ni que
hacían. Fue una, más que grata, gartísima sorpresa
encontrarnos con aquello. Eran los putos Oblivians del foro. Impresionantes.
Desgraciadamente esta banda también duró muy poco. Recuerdo
verlos otra vez más en el Garage Sónico y no volver a saber
de ellos. En fin. Otra banda más que se pierde.
También disfrutamos mucho los conciertos de Sonic Dolls (no se
acordaban de tocar "Johnny O.D." y nos quedamos con las ganas),
de Wanda Chrome and the Leather Pharaons, de Baby Horror, de New Demolators...
Y de Pretty Fuck Luck, que dieron su último concierto juntos en
esta sala. (R.I.P.).
Los grupos más asiduos.
Aerobitch fue el grupo que más veces tocó en el Trilobyte.
Además siempre tocó con grupos buenísimos. Todos
recordamos esos míticos conciertos con Discípulos de Dionisos,
con los Dirtys, con los Guarriors, con Snap Her, con Depressing Claim,
con los Webelos (ejem, ejem).
En esta sala presentaron su primer larga duración. Esa obra maestra
del Punk español de los 90. Y también su segundo disco,
con los cambios de estilo y formación que eso supuso.
Recuerdo que al principio tocaban con Gonzalo a la batería y Javi
Fast Food al bajo. Se jactaban de tocar el mayor número de canciones
en el menor tiempo posible. ¡Qué tiempos!
Los Webelos fuimos el segundo grupo que más veces pisó el
escenario del Trilo. De hecho durante 1998 fuimos el grupo que más
veces tocó ese año.
Culminamos la temporada en diciembre, fue la última vez que tocamos
allí. Unos meses más tarde cerraron las puertas definitivamente.
Problemas de licencias con el puto ayuntamiento.
En esa última ocasión entramos en el cartel de rebote. Munster
anunciaba con un póster horrible una fiesta en la que tocarían
tres de sus grupos punteros: Las Pussycats, Piolines y Atom Rumba. Desgraciadamente,
las Pussycats no podían venir a Madrid, y posteriormente se caerían
también Atom Rumba. Pero no se molestaron ni en retirar los carteles,
aunque en la programación del Trilo ya no aparecían las
Pussycats. Ya que tenían fecha en el Trilobyte decidieron seguir
adelante con el evento. Tocarían tres grupos, pero sólo
uno de los tres anunciados. Finalmente tocamos los Webelos, sustituyendo
a Pussycats; Guiller Momonje sutituyendo a Atom Rumba y los Piolines en
el papel de ellos mismos.
Llegó a entrar gente sin saber que grupos tocaban realmente. Al
final todo el mundo lo pasó bien.
Los Sugus fueron los que se llevaron la medalla de bronce. También
presentaron aquí su primer disco. Un disco por otro lado casi póstumo,
ya que se disolverían pronto.
Recuerdo que siempre les pedíamos "Chica 10" de su maqueta,
pero estaban cansados de tocarla y nunca la hacían. De hecho nos
llevamos un gran disgusto cuando comprobamos que no estaba ni en el disco.
Los Carbonas y 100% Placer, formados con miembros de Sugus entre otros,
tocaron también unas cuantas veces durante 1999 en la sala.
Otros grupos asiduos de la sala eran: Baby Horror, Pretty Fuck Luck, Pleasure
Fuckers, Discípulos de Dionisos, Los Perros, Sarcastic Bombs...
y muchos, muchos más.
La presentación del primer disco de Baby Horror fue un momento
muy especial para nosotros. Estábamos enamorados de la banda, eran
como los Desechables y los Pegamoides juntos. Pasamos de ser fans suyos
a robarles la canción que pensaban meter en el tributo a Desechables.
Así nos hicimos amigos.
Para ellos Trilobyte era también "su sala" y no dudaron
ni un momento a la hora de elegirla para presentar el disco. Aún
tocaba el bajo con ellos el Dr. Romuerto y salían pálidos
como fantasmas a escena. Solíamos bromear con el embarazo de Annie
Baby, decíamos que era una batería heavy porque tocaba con
doble bombo.
En cierto modo, Dani, el hijo de Jesús y Ana, es también
un hijo del Trilobyte. Pues su madre ya lo paseaba por el escenario cuando
no era más que un microbio en su barriga.
Como curiosidad, debo añadir, que aún hoy, cuando quedamos
con los Baby Horror, quedamos en las terrazas de Avda. Donostiarra; las
que están en los mismos bajos en los que estaba el Trilo. (sentimentales
que somos).
En una ocasión los Pleasure Fuckers tocaron con Electrocuting
Elvis. Un grupo poco conocido, todo hay que decirlo, pero un grupo que
venía de fuera, de Inglaterra. Lo normal hubiese sido que los Fuckers
fuesen los teloneros, pero no fue así, fue al revés. Tampoco
quiero quitar importancia a los Fuckers, simplemente era una cuestión
de cortesía. ¿No tocaron Aerobitch de teloneros de Snap
Her, un grupo hasta la fecha desconocido en nuestro país?
Pues nada, allí estaban ellos, con el ego más hinflado que
las ruedas de un camión. Kike llevaba un pañuelo tejano
al cuello. Supongo que iría disfrazado de Rocker para la ocasión.
Tocaron los Electrocuting y nos gustó bastante. Tocaron los Fuckers
y nos piramos. Nosotros y mucha otra gente que estaban hartos de verles
en directo.
Gracias a que los teloneros fueron los ingleses no nos tuvimos que tragar
el concierto de los "malasañeros". YUUUUUUUJU!!!
Aforo limitado.
Un buen día, en algún periódico de gran tirada se
anunció un ¿concierto? de NOFX en la sala.
Nadie se creía que los de Fat Mike fuesen a tocar en el Trilobyte.
Los californianos estaban en uno de sus mejores momentos y atraerían
a miles de personas. ¿Dónde iban a meter a toda esa gente?
Era imposible; pero por si acaso no podíamos perdérnoslo.
Además no había venta anticipada, había que ir pronto
a hacer cola.
Multitud de jovencitos se reunían ante las puertas del Trilo, como
nunca había pasado hasta entonces. La entrada fue una alocada carrera
por ocupar el poco espacio de la sala. Y una vez dentro se descubrió
el pastel. No iban a tocar los NOFX, se trataba sólo de una fiesta
de presentación de su último disco. Vaya chasco. Pero estaba
claro. Era imposible que aquello ocurriese.
También estuvo anunciado un concierto de los Vandals en el Trilobyte.
Los vándalos se habían hecho muy populares en nuestro país,
sobre todo a raíz de su visita como teloneros de NOFX. Existía
mucha espectación por ver de nuevo a la banda. Y, todo hay que
decirlo, estaba muy de moda entre los skaters, y estaba muy de moda ser
skater. Se preveía un llenazo absoluto. Pero no pudo ser en el
Trilo. La sala había cerrado sus puertas. Fue el final de una época.
Finalmente el evento acabó celebrándose en el Ya'sta. Allí
vimos a la banda y comprobamos, ante una gran asistencia de público,
como la chavalería se subía al escenario para hacerse fotos
abrazados al cantante (muchas veces sin dejarle cantar bien). Fue bastante
patético. En parte fue bueno no ensuciar el santuario del Trilobyte
con esos comportamientos ridículos. Supongo que esos chicos hoy
estarán donde se merecen: en universidades privadas repitiendo
curso por enésima vez y escuchando a Korn o mierdas así.
Aquella mierda bien la merecía el Ya'sta. Puta cueva de ladrones
timadores de mierda.
A los Webelos nos pasó lo mismo. No tuvimos más remedio
que presentar nuestro primer single en el Ya'sta. Acaban de cerrar nuestras
segunda casa y tuvimos que buscar alternativas. Y el bastardo de Mauri
nos hizo la pirula con las pelas.
Sin embargo en el Trilobyte eran siempre honrrados. Como ejemplo diré
que en nuestro primer show allí decidimos que la entrada fuera
gratis, y aún así nos dieron un porcentaje de la barra.
A ver que sala hace ahora eso.
Pero retrocedamos nuevamente en el tiempo. Cuando si pudimos disfrutar
de un show de multitudes en el Trilo fue en el show de los New Bomb Turks.
No había libre una sala mayor y el concierto de los de Ohio se
tuvo que alojar en nuestra sala favorita. Calor, mucho calor, gente, muchísima
gente, pogo, pogo brutal, sudor, litros de sudor. Yo tuve que sentarme
un rato al fondo, en el suelo como a la mitad del show. Fui sin cenar
y sin merendar y sufrí una pequeña lipotimia. Tras recuperarme
en un par de canciones, volví a la batalla. Aquello fue genial.
Me encantaban las multitudes apretujadas dándose de ostias. Bueno,
y creo que aún me gustaría, pero hay pocas ocasiones de
comprobarlo.
Otros conciertos multitudinarios, aunque ninguno llegaría al nivel
del show de los Turks, fueron: los de Discípulos (sobre todo el
que dieron con Aerobitch), el de las Donnas, el de Nuevo Catecismo Católico
con Shock Treatment, el de Hellacopters...
La movida sueca o el Metal que vino del Norte.
Si Trilobyte fue el templo del Punk, también contribuyó
a la caída del género. Bueno, no es que ellos tuviesen la
culpa, simplemente se dedicaban a programar los conciertos que organizaba
Kike. Surgieron los grupos escandinavos y ellos mismos decían que
eran punks. Quedaba muy chulo decir que eran grupos Punk y hasta hablaban
de los Ramones y los Sex Pistols. No hubieran llegado hasta donde están,
si desde un primer momento hubiesen reconocido que lo que les gusta de
verdad es Guns'N'Roses y que no son más que bandas de aburridísmo
Hard Rock y pretencioso Heavy Metal. (Aunque ahora sigan insultando a
nuestra inteligencia diciendo que hacen RNR).
A todos nos los vendieron como la última sensación del Punk
Rock y todos picamos como bobos. Recuerdo cuando fui a pillar las entradas
para los Hellacopters en Record Runner: estaban casi agotadas. Lo cierto
es que yo no había escuchado antes a la banda (si lo hubiese hecho,
no hubiese ido) y la cosa tenía buena pinta. Aunque me sorprendió
que vendiesen tantas entradas. Un grupo casi desconocido en nuestro país.
Y allí estaban los vikingos, con sus melenitas, sus tatuajes y
sus poses de estrellas del Rock. Fue el principio del fin. A partir de
ese concierto comenzaban unos largos años de oscuridad para el
Punk Rock de los que, todavía hoy, nos está costando salir.
Ni que decir tiene que no aguante todo el concierto. Me salí a
la mitad. No aguantaba tanto solo de guitarra, ni tanta mierda. (Es curioso,
porque de mi salida a la mitad del concierto no habla la "formidable"
critica del señor Gilipollúndez del Ruta 66; que escribió
asesorado por Turmix. Una crítica en la que al cometar nuestro
primer disco se hace más hincapié en el hecho de que yo
asistí a este concierto, que en comentar el disco en sí).
Pero aún no nos llevabamos mal con Kike. Aún no nos veía
como un peligro para su negocio, aún no sabía que a nosotros
no nos doblega nadie, y menos un tipo tan baboso como él...
De hecho le enviamos nuestra primera maqueta (que incluía el tema
"Turmix Reduce"). No la escuchó, sólo se leyó
las letras en el water. Y creo que precisamente porque no nos escuchó
decidió ponernos de teloneros de Gluecifer. Aceptamos encantados.
Tocaríamos en cualquier parte, incluso con Iron Maiden o con Suede.
Con tal de salir a un escenario y burlarnos de todos los presentes, nos
da igual donde tocar. De hecho nos divierte más hacerlo ante un
público hostil.
Lo cierto es que la gente no nos hizo ni puto caso. Sólo una chica
nos comentó durante el show de Gluecifer que nosotros eramos mucho
más divertidos y que aquello era una mierda. El resto de la gente
se entregó al heavy metal. Ya nada sería como antes...
Luego se dijo, un año o dos más tarde, que a los Gluecifer
les parecimos una mierda. No es raro. De hecho es todo un piropo. Aunque
unos amigos de Castellón nos comentaron que al día siguiente
allí estuvieron los escandinavos y que iban tatareando una de nuestras
canciones. Probablemente la parte Punk de su cerebro aún no había
muerto del todo.
Hasta el final.
Para finalizar recordaré unos cuantos nombres de grupos que tocaron
allí y que no han sido mencionados, aunque mi memoria es frágil,
y los papelotes que guardo son escasos.
Ahí van unos cuantos: Lukas, Güisos, Mosquito Pick, Feedbacks,
Nuevo Catecismo Católico, Arny Division, No Picky, Urbana 13, Bonus,
Pink Flamingos, La Cripta, Tedio Boys, Solex, Hentchmen, King Putreak,
Hatebreeders, Mad Daddys, La Uvi, Useless Wooden Toys, Snob, TV Killers,
Hiperkoré, Wipe Out Skaters, Señor No, Cowslingers, Jeff
Dahl, Lombego surfers, Sir Bald Diddley, Cheeks...
Dar las gracias a todo el mundo de aquel entonces, por lo bien que nos
lo pasamos. Incluso a Kike, que fue el que trajo a la mayoría de
los grupos. ¿Trabaja en eso, no? A pesar de nuestros malos rollos
hay que reconocer que nos ha dado a conocer grandes grupos.
Y por supuesto, gracias especiales a todos los de la sala. No doy nombres
porque seguro que me olvido alguno. Gracias chavales.
Y nada más. Las despedidas no son lo mío. Fin.
Mugretone Interior.
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